Aldeas Infantiles SOS advierte de un retroceso en la consecución de los ODS y reclama priorizar a la infancia vulnerable en la reconstrucción pos-COVID-19

España

  • Los efectos de la pandemia han puesto en evidencia la debilidad del sistema y están afectando gravemente a la infancia más desfavorecida, que corre el riesgo de ser dejada atrás.
  • Es el momento de recuperar el contenido de la Proposición no de Ley sobre un Pacto de Estado por la Infancia que el Congreso de los Diputados aprobó en 2018 por unanimidad.

Madrid, 25 de septiembre de 2020. Avanzar hacia la Agenda 2030 es ahora más importante que nunca. Así lo afirma Aldeas Infantiles SOS en el quinto aniversario de la firma de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Los efectos de la COVID-19 han supuesto un retroceso en su consecución, impactando con especial dureza en la infancia sin cuidado parental o en riesgo de perderlo, que corre el riesgo de ser dejada atrás. La organización de atención directa a la infancia reclama que los próximos Presupuestos Generales del Estado financien una estrategia de reconstrucción social centrada en los niños y las niñas más vulnerables y sus familias.

Aldeas difunde hoy la guía El mundo que queremos para hacer llegar el espíritu de los ODS a los más pequeños, facilitar su comprensión e implicarles activamente en su consecución. Este documento ha sido elaborado en colaboración con distintas organizaciones de infancia. Descárgalo aquí.

Los efectos de la pandemia han puesto en evidencia la debilidad del sistema y están  afectando gravemente a las estructuras familiares más débiles y a la infancia en riesgo. Se están acentuando la pobreza, la desigualdad, la brecha educativa y la violencia en la infancia. En un momento en que los ODS corren el riesgo de pasar a un segundo plano, el presidente de Aldeas Infantiles SOS, Pedro Puig, advierte que “ahora son más importantes que nunca y es indispensable priorizar la agenda de desarrollo global para evitar un retroceso drástico que deje a los niños y niñas más vulnerables atrás”.

Ya antes de la pandemia, España contaba con una de las tasas más altas de pobreza infantil de Europa. El 30,3% de los menores de 18 años estaban en riesgo de pobreza o exclusión social en 2019. Al menos 50 niños y niñas sufrían maltrato en el ámbito familiar cada día y una de cada dos denuncias por delitos contra la libertad sexual tenía a un menor como víctima. Contamos, además, con la mayor tasa de abandono escolar temprano de Europa (17,9%) y tanto esta última como la de fracaso escolar es superior en los alumnos de familias con rentas más bajas.

La COVID-19 ha venido a empeorar estos y otros parámetros. Las condiciones socioeconómicas de las familias tienen ahora un mayor impacto en el aprendizaje de sus hijos, que ven comprometido su derecho a una educación de calidad a causa de la brecha digital, las limitaciones de recursos y capacidades para apoyar el aprendizaje en casa y las dificultades de conciliación. También en el sistema educativo, la emergencia sanitaria no solo ha puesto de manifiesto su inequidad sino que la ha acrecentado.

En este contexto, Aldeas Infantiles SOS valora muy positivamente la aprobación de la Renta Mínima de Inserción y la remisión a las Cortes Generales del Proyecto de Ley Orgánica de Protección Integral a la Infancia y la Adolescencia frente a la Violencia. Sin embargo, no es suficiente. Para el presidente de la organización, “es preciso que la infancia en riesgo ocupe un lugar prioritario en la estrategia de recuperación social y económica, que vaya acompañado de la financiación necesaria en los Presupuestos Generales del Estado“.

Pacto de Estado por la Infancia

La organización de atención directa a la infancia asegura que es el momento de recuperar el contenido de la Proposición no de Ley sobre un Pacto de Estado por la Infancia que el Congreso de los Diputados aprobó en 2018 por unanimidad, y que recogía, entre otros, el compromiso de aumentar la inversión en infancia del 1,3% actual al 2,4% de la media europea. “Aumentar la inversión y asegurarla es indispensable, y la forma de dar prioridad a la infancia”, sostiene Pedro Puig. “Es necesario crear un fondo de reserva que garantice los fondos dirigidos a niños, niñas y jóvenes incluso en situaciones de crisis como esta que vivimos”.

La PNDL también recoge el compromiso de garantizar el acceso a la educación infantil, especialmente a aquellos niños y niñas que se encuentran en situación de vulnerabilidad, lo que contribuiría a eliminar desigualdades al permitir la conciliación, y a reducir la brecha de género, ya que la mayor parte de las personas que cuidan de los niños en esta etapa son mujeres. Además, los más pequeños reciben allí los estímulos necesarios para su desarrollo y ven compensadas las carencias que tienen en casa. Sin embargo, solo 4 de cada 10 niños y niñas acceden a la educación infantil, quedando fuera las familias más desfavorecidas.

Aldeas Infantiles SOS considera urgente mejorar el sistema de protección, un área que también recoge el Pacto de Estado por la Infancia. Y hacerlo tanto en el área de la prevención y el fortalecimiento familiar, lo que evitaría separaciones innecesarias de los menores de sus padres, como en el cuidado alternativo de calidad para aquellos que pierden el cuidado parental. “De no hacerlo continuaremos condicionando no solo la infancia sino el futuro de los niños y niñas más vulnerables y estaremos dejándoles fuera de la Agenda 2030 e incumpliendo nuevamente un compromiso internacional, algo que no nos podemos permitir”, advierte Pedro Puig.

Aldeas ha alineado su estrategia con los ODS.  Al prevenir la separación de padres e hijos, garantizar un cuidado alternativo de calidad y preparar a los jóvenes para la vida independiente, la organización contribuye a la consecución de objetivos fundamentales: erradicar la pobreza (ODS 1); el derecho a la salud, con especial atención a la salud mental de los niños, niñas y adolescentes con los que trabaja (ODS 3); educación de calidad (ODS 4); la igualdad de género en todos sus programas, incluyendo los educativos (ODS 5);  trabajo decente (ODS 8); reducir las desigualdades (ODS 10); paz, justicia e instituciones sólidas (ODS 16); y las alianzas con otras organizaciones y con las Administraciones Públicas para asegurar que avanzamos hacia el desarrollo sostenible planteado en esta agenda global (ODS 17).

En 2015, 193 países aprobaron 17 objetivos y 169 metas asociadas que establecían el marco global de desarrollo para los 15 años siguientes en las esferas social, económica y medioambiental. Aldeas Infantiles SOS participó activamente en el proceso de elaboración de la Agenda 2030 y logró, junto a otras organizaciones, que los niños que han perdido el cuidado parental o están en riesgo de perderlo no fueran olvidados. Cinco años después, el riesgo de dejarlos atrás es evidente y exige un compromiso renovado por parte de Gobierno, ONG y sector privado.