Los jóvenes proponen 10 medidas para mejorar su salida del sistema de protección

España

Casi 44.000 niños viven bajo una medida de protección en España, ya sea de acogimiento residencial o familiar. La mayoría de edad supone el cese de esta medida protectora y hace que estos jóvenes tengan que enfrentarse a un proceso de transición a la vida adulta muy diferente al del resto de sus iguales.

Para tratar de facilitar este proceso y adaptarlo a las necesidades reales de estos jóvenes, Aldeas Infantiles SOS ha puesto en marcha el proyecto Preparados para emanciparse, cofinanciado por la Unión Europea, en el que participan las asociaciones de Croacia, España, Italia, Letonia y Lituania.

Se trata de un proyecto de dos años cuyo objetivo es garantizar a los niños y jóvenes un sistema de protección infantil en el que los profesionales y los educadores que los acompañan tengan la mejor preparación posible y cuenten con las herramientas necesarias para garantizarles un exitoso proceso de emancipación e integración en la sociedad. La participación juvenil es uno de los ejes centrales del proyecto. En total, serán 130 jóvenes los que participarán en sus diferentes etapas.

En el marco del proyecto, Aldeas Infantiles SOS ha llevado a cabo diferentes iniciativas para comprender mejor la situación de los jóvenes que abandonan el sistema de protección y los factores que pueden determinar una transición con éxito a una vida independiente. Una de estas acciones ha sido la realización de un estudio piloto que incluye 68 entrevistas en las que entrevistadores y entrevistados son jóvenes emancipados procedentes del sistema de protección de los cinco países participantes. El objetivo del estudio es dar a conocer los retos a los que se enfrentan los jóvenes emancipados y los cambios que se necesita implementar para facilitar su integración.

Los resultados del estudio evidencian la necesidad de mejorar todos los aspectos del proceso de emancipación y el apoyo que reciben los niños y jóvenes durante la acogida, la etapa de transición y la independencia.

Estas son las diez recomendaciones principales que se extraen de las respuestas de los jóvenes:

  1. Planificar la salida del sistema de protección desde el día en que el niño llega al acogimiento.
  2. Desarrollar un plan de salida individual para cada niño, dada su situación específica.
  3. Ampliar la edad legal a la que un joven debe abandonar el sistema de protección: la salida del entorno de acogida no debería depender únicamente de la edad, sino tener en cuenta otros factores como la madurez, las capacidades o las circunstancias de cada joven.
  4. Extender el periodo de apoyo disponible tras la emancipación.
  5. Participación de los niños y jóvenes en el desarrollo de su plan de salida.
  6. Los jóvenes que abandonan el sistema de protección deben estar completamente informados de todos sus derechos y de las ayudas de las que disponen.
  7. Incorporar una cultura basada en los derechos del niño entre los profesionales del sistema de protección para mejorar los resultados.
  8. Incrementar el apoyo financiero para ayudar a los jóvenes que abandonan el acogimiento.
  9. Aumentar y facilitar el acceso a los servicios, así como su calidad (alojamiento, atención sanitaria, empleo, educación) para los jóvenes que se emancipan.
  10. Abordar las actitudes negativas por parte de la sociedad hacia los jóvenes que abandonan el sistema de protección.

El proceso de dejar atrás el acogimiento es muy importante tanto para los jóvenes como para los profesionales responsables de su cuidado y desarrollo. Debe reflejar la eficacia de la inversión del Estado y la habilidad de los profesionales para asegurar que los jóvenes están preparados para una vida independiente. Sin embargo, lo habitual es que los jóvenes que viven bajo el amparo del sistema de protección tengan que enfrentarse a una transición breve y acelerada a la etapa adulta al cumplir la mayoría de edad, lo que los sitúa en una clara desventaja respecto al resto de jóvenes y contribuye a su distanciamiento del sistema educativo y del mercado laboral, convirtiéndolos en uno de los grupos más vulnerables de la sociedad. En 2016 fueron 3.304 los jóvenes que cumplieron la mayoría de edad y tuvieron que hacer frente a la salida del sistema en nuestro país.

Por eso, en el marco del proyecto Preparados para emanciparse, Aldeas Infantiles SOS considera fundamental promover la capacitación de los profesionales que acompañan a estos jóvenes y les ofrece una formación fundamentada en cuatro principios rectores: forjar relaciones duraderas basadas en el cuidado y el respeto entre acogedores y acogidos; lograr una mayor participación de los jóvenes en la toma de decisiones que les afectan; promover y proteger los derechos de los niños y jóvenes; y fortalecer una coordinación intersectorial que garantice la colaboración de todos los agentes implicados en el proceso de emancipación de los jóvenes.

En este marco, Aldeas está impartiendo tres sesiones formativas en Madrid desde el pasado martes 20 de febrero y hasta hoy jueves, día 22, que continuarán del 3 al 5 de abril. Estas sesiones se desarrollarán también en Barcelona, Granada y Tenerife, así como en el resto de países europeos participantes en el proyecto. Con ellas se formará a un total de 400 profesionales con el fin de que estos puedan preparar mejor a los jóvenes en su camino hacia la autonomía y la independencia.

50 años acompañando a los jóvenes

Aldeas Infantiles SOS lleva 50 años ofreciendo un hogar y una familia a aquellos niños privados del cuidado parental y acompañándolos, más allá de los 18 años, hasta que logran integrarse con éxito en la sociedad. En 2017, la organización acompañó a un total de 820 jóvenes en todo el territorio nacional.

“Desde Aldeas Infantiles SOS somos plenamente conscientes de las incertidumbres por las que atraviesan estos chicos al cumplir la mayoría de edad y tratamos de ayudarles para que su proceso de emancipación sea más fácil, brindándoles las mismas oportunidades que tendría cualquier chico de su edad, asegura Pedro Puig, presidente de la organización.

A través de los cuatro proyectos que integran los programas de Jóvenes de la organización (Tránsito a la Vida Adulta, Autonomía, Emancipación y Servicio de Empleo), Aldeas Infantiles SOS ofrece una respuesta individualizada a las necesidades de cada joven y les procura los apoyos necesarios hasta conseguir su correcta integración social y laboral, con independencia de su edad.

“En el Proyecto de Tránsito a la Vida Adulta preparamos a los jóvenes que todavía no han cumplido la mayoría de edad para la siguiente fase de su vida; cubrimos todos los posibles escenarios que se encontrarán, desde cómo alquilar un piso o hacer una entrevista de trabajo, hasta ayudarles a reflexionar sobre sus aspiraciones y sobre los proyectos que les gustaría realizar”, explica Pedro Puig.

Mediante el Proyecto de Autonomía, los jóvenes tienen la posibilidad de continuar recibiendo apoyo de Aldeas Infantiles SOS una vez cumplen los 18 años, ya sea de carácter residencial o educativo. Asimismo, la organización les apoya con los trámites burocráticos y les brinda orientación académica y laboral hasta que lo necesitan. Además, Aldeas cuenta con un Programa de Becas para ayudar a aquellos jóvenes que han pasado por sus diferentes programas y deciden retomar sus estudios, bien estén desempleados, bien estén trabajando.

Por su parte, el Proyecto de Emancipación ofrece a todos los jóvenes que han pasado por Aldeas apoyos puntuales de diversa índole, ya sean económicos, psicológicos o de ayuda en la búsqueda de empleo.

Por último, el Servicio de Empleo facilita la inserción laboral de estos jóvenes y está también abierto a los chicos que forman parte de los Programas de Prevención de Aldeas Infantiles SOS. Se les facilita información, asesoramiento, formación y acompañamiento en el proceso de búsqueda de empleo, así como seguimiento de sus procesos formativos y laborales.