Aldeas Infantiles SOS reclama educación emocional y más recursos de salud mental para prevenir el suicidio adolescente y juvenil

España
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  • El suicidio es la primera causa de muerte entre los jóvenes de 15 a 29 años en España.
  • La desconexión emocional, el aislamiento social, el acoso escolar y la presión de las redes sociales, que imponen modelos irreales de éxito y felicidad, incrementan la sensación de fracaso.
  • La educación emocional ayuda a poner nombre a lo que duele, a pedir ayuda y a resolver conflictos sin violencia contra los demás o contra uno mismo.

Madrid, 9 de septiembre de 2025. Con motivo del Día Mundial para la Prevención del Suicidio, que se celebra el 10 de septiembre, Aldeas Infantiles SOS reclama reforzar la educación emocional en todas las etapas educativas y aumentar los recursos de salud mental dirigidos a adolescentes y jóvenes, para quienes el suicidio constituye la primera causa de muerte en España. Al mismo tiempo, aconseja a las familias estar atentas a las señales de alerta como cambios bruscos de ánimo, aislamiento o expresiones de desesperanza y construir un entorno de confianza en casa donde sus hijos e hijas se sientan escuchados.

El suicidio no es un acto libre, sino la consecuencia extrema de un sufrimiento emocional insoportable. En nuestro país ya es la primera causa de muerte entre los jóvenes de 15 a 29 años. “Cada vida que se pierde es evitable si se actúa a tiempo. Para ello es imprescindible dotar a los adolescentes y jóvenes de herramientas para gestionar sus emociones y garantizarles el acceso rápido a una atención psicológica especializada”, señalan desde Aldeas Infantiles SOS.

La desconexión emocional, el aislamiento social, el acoso escolar y la presión de las redes sociales, que imponen modelos irreales de éxito y felicidad, incrementan la sensación de fracaso y agravan el malestar en una etapa particularmente vulnerable como la adolescencia. A ello se suman la soledad no deseada y el sentimiento de desarraigo, que generan un vacío existencial en muchos chicos y chicas y elevan el riesgo de ideación suicida. Tal y como se desprende del informe Detrás de la tristeza. Claves para visibilizar, entender y prevenir el suicidio adolescente y juvenil, elaborado por Aldeas Infantiles SOS, la prevención exige una respuesta coordinada de centros educativos, familias, instituciones y medios de comunicación.

Prevenir, detectar e intervenir a tiempo

Aldeas Infantiles SOS hace hincapié en que la implantación de la educación emocional en Educación Infantil, Primaria y Secundaria es decisiva para la prevención del suicidio. “La educación emocional es prevención primaria: ayuda a poner nombre a lo que duele, a pedir ayuda y a resolver conflictos sin violencia contra los demás o contra uno mismo”, subraya.

Pero para que los centros educativos sean espacios protectores, Aldeas recuerda la necesidad de ofrecer formación continua al profesorado, disponer de protocolos claros de actuación y contar con equipos de orientación reforzados, así como con redes de apoyo especializadas que acompañen a los centros cuando se detecten señales de riesgo.

La organización de atención directa a la infancia reclama más recursos de salud mental orientados a la adolescencia y la juventud: incrementar el número de profesionales, reducir los tiempos de espera, crear dispositivos de atención psicológica especializada, ofrecer apoyo a las familias y una estrategia estable y coordinada de prevención en todo el territorio.

En el ámbito familiar, Aldeas Infantiles SOS explica que construir un entorno de confianza es un factor de protección clave: “escuchar sin juzgar ni restar importancia a lo que sienten nuestros hijos e hijas y estar disponibles para conversar resulta esencial“. Según la organización, es preciso atender a señales de advertencia como el aislamiento de amistades o de la familia, cambios marcados en el sueño o el apetito, oscilaciones intensas del estado de ánimo o pérdida de interés por actividades que antes disfrutaban. Asimismo, debemos estar muy alerta ante conductas imprudentes o autolesivas, un incremento del consumo de alcohol u otras sustancias, comentarios de desesperanza o de “ser una carga”, o gestos de despedida inusuales, como regalar pertenencias.

Por último, los medios de comunicación también forman parte de la red de prevención. Informar con rigor y sensibilidad, evitar dar detalles sobre métodos o lugares, no romantizar ni repetir de forma insistente casos de personas famosas, consultar a especialistas, visibilizar recursos de ayuda y formar a periodistas en el tratamiento adecuado del suicidio son medidas que reducen el riesgo de imitación y contribuyen a la protección social. El cuidado de la salud mental es un derecho. Por eso, Aldeas Infantiles SOS ofrece atención psicológica individual y terapia familiar a los niños, niñas, adolescentes y jóvenes que se encuentran en situación de vulnerabilidad con quienes trabaja. La organización pone el foco en la prevención, la detección de factores de riesgo y la intervención temprana.”La formación en salud mental de nuestros profesionales nos permite generar entornos seguros, que promuevan la estabilidad emocional y fortalezcan los vínculos afectivos fuertes y sanos, esenciales para asegurar el bienestar emocional de los niños, niñas, adolescentes y jóvenes“.