Aldeas Infantiles SOS pide ayudas para las familias acogedoras, las grandes olvidadas de esta crisis

Sensibilización

La crisis provocada por la COVID-19 ha hecho que se tambalee la estabilidad familiar de muchos niños y niñas de nuestro país, especialmente la de aquellos que crecen en el seno de familias vulnerables cuyas circunstancias ya eran complicadas antes de la pandemia. Si nos acercamos un poco más a este colectivo veremos que, entre ellas, se encuentran las familias acogedoras que tienen a su cuidado a nietos, sobrinos o algún familiar menor de edad cuyos padres no pueden hacerse cargo de ellos. Aldeas Infantiles SOS reclama apoyos para estas familias que garanticen el bienestar de los menores.

En España hay cerca de 50.000 niños y niñas que crecen bajo una medida de protección y, de ellos, 12.564* lo hacen en esta modalidad de acogimiento familiar. Una alternativa al acogimiento residencial que hace que el cuidado del niño o la niña recaiga en sus propios familiares o en conocidos que mantienen una relación muy estrecha con ellos, y que deciden hacerse con la guarda y custodia de los niños hasta que los progenitores se hayan recuperado de la situación que ha provocado la separación.

Se trata en su mayoría de abuelos y abuelas que, a pesar de las recomendaciones dictadas por el Gobierno para proteger a las personas mayores frente a la pandemia, se han visto obligadas a mantenerse al frente de la unidad familiar para garantizar el bienestar de sus nietos.

A las dificultades habituales de convivencia que surgen en estas familias, como la falta de habilidades parentales, la diferencia generacional o el conflicto de lealtades, se suma ahora en muchos casos la falta de ingresos, el no poder ofrecer a sus nietos la alimentación equilibrada que necesitan o la imposibilidad de proporcionarles la atención educativa a la que tienen derecho, bien porque carecen de las capacidades necesarias, bien porque no cuentan con las herramientas tecnológicas adecuadas para hacerlo.

Aldeas Infantiles SOS acompaña a 423 de estas familias a través de sus Programas de Apoyo al Acogimiento en Familia Extensa en Aragón, Madrid, Canarias, Cataluña y Galicia, desarrollados en coordinación con la Administración autonómica o local. Al comienzo de la crisis, la organización elaboró un mapa de necesidades para detectar las principales ayudas que precisaban las familias y hacerlas frente. Este diagnóstico permitió adoptar medidas urgentes adaptadas a su situación, vinculadas fundamentalmente a la cobertura de necesidades básicas, al refuerzo educativo y al apoyo psicosocial y emocional.

Así, durante estos meses, Aldeas ha provisto de alimentos y de material escolar a estas familias, haciendo de intermediaria entre ellas y los centros educativos con el fin de evitar el retraso académico. Los profesionales de la organización han mantenido desde el principio un contacto telefónico o por videollamada constante con los niños y las familias para garantizar su bienestar en el hogar y compartir sus miedos y preocupaciones. Asimismo, ha mantenido activas las intervenciones psicológicas o terapéuticas más urgentes, de manera remota o presencial.

 

“Las familias en general se muestran más cansadas e impacientes”, asegura Pedro Puig, presidente de Aldeas Infantiles SOS. “Cuesta mucho mantener las rutinas diarias, sobre todo con los adolescentes, y se sienten desbordadas por las exigencias y la sobrecarga de tareas en el aprendizaje online. Sus necesidades de apoyo han aumentado, necesitan más ser escuchadas”.

Con el inicio de la desescalada, Aldeas ha podido retomar los puntos de encuentro entre los niños y sus padres, que habían quedado suspendidos, así como las visitas domiciliarias, manteniendo siempre los protocolos de seguridad. Durante el confinamiento, no obstante, la organización facilitó videollamadas entre las familias y los niños para mantener el contacto.

Apoyo y recursos para superar las dificultades

Ante la retirada de la tutela de un niño o niña a sus padres, la primera medida de cuidado alternativo recomendada por la Ley del Menor es el acogimiento familiar, especialmente para los menores de seis años. A través de sus programas de Apoyo al Acogimiento Familiar, Aldeas acompaña y asesora a las familias en todo el proceso, velando siempre por el interés superior del niño. “Los resultados obtenidos durante años de trabajo ponen de manifiesto que con un seguimiento y un apoyo adecuados se reduce la carga del estrés familiar y repercuten de forma clara en el bienestar del niño, logrando superar muchas de las dificultades”, asegura el presidente de Aldeas Infantiles SOS.

Y es que no son pocos los obstáculos a los que se enfrentan los acogimientos en familia extensa en España. A la falta de sistemas de apoyo a las familias, se unen compensaciones económicas insuficientes y que difieren en función de la comunidad autónoma, pocos equipos de mediación familiar que promuevan la colaboración entre la familia biológica y la acogedora y ausencia de protocolos homologados de evaluación de idoneidad para acogedores.

Aldeas Infantiles SOS hace hincapié en la importancia de que estas familias cuenten con el apoyo y con los recursos necesarios para llevar a cabo su labor, tal y como reconoce la Resolución de Naciones Unidas sobre los Derechos de los niños sin cuidado parental o en riesgo de perderlo, de noviembre de 2019. La organización de atención directa a la infancia pide al Gobierno que materialice los compromisos asumidos en dicha resolución y adopte las siguientes medidas para garantizar el bienestar de los niños y niñas que crecen en entornos vulnerables:

Para todos ellos:

  1. El cumplimiento de la Ley de Protección Jurídica del Menor de 2015, que prioriza la prevención y el fortalecimiento familiar, con la consiguiente dotación de recursos financieros.
  2. Incremento progresivo de la prestación por hijo a cargo, duplicando la cuantía en el primer año y alcanzando los 100 euros al mes al final de esta legislatura.
  3. Garantizar que las ayudas excepcionales de alimentación adoptadas por el Gobierno llegan a todos los niños y niñas que las necesiten, otorgándolas por renta familiar y no por ser beneficiario de beca.
  4. Asegurar el acceso a internet y a los recursos tecnológicos necesarios de todos los alumnos y alumnas que no lo tienen, puesto que en estos momentos esa es la forma de garantizar su derecho a la educación. Y desarrollar un plan de seguimiento y refuerzo del alumnado de familias vulnerables para prevenir el abandono escolar temprano.

Para los acogimientos en familia extensa particularmente:

  1. Compensación económica unificada en todas las comunidades autónomas y para todas las modalidades de familias de acogida (ajena y extensa).
  2. Equipos de Apoyo al Acogimiento Familiar, especializados y con acceso a formación continua.
  3. Garantizar, en el régimen de visitas de los niños con sus progenitores, el contacto entre hermanos.