Aldeas Infantiles SOS proporciona protección a niños que han perdido el cuidado de sus padres en Mozambique

Emergencias

Madrid, 25 de marzo de 2019. La situación humanitaria en Beira, Mozambique, continúa siendo crítica once días después de que el ciclón tropical Idai tocase tierra cerca de esta ciudad costera con velocidades de hasta 190 km por hora, sembrando el caos y la destrucción a su paso. En todo el país, se estima que al menos 260.000 niños se han visto afectados por la catástrofe, mientras que la cifra provisional de víctimas mortales ya supera las 400.

Aldeas Infantiles SOS ha puesto en marcha un Programa de Ayuda de Emergencia que proporcionará cuidados a niños que han perdido a sus padres o que se han visto separados de sus familias, y apoyo psicológico y médico a los 147 niños de la Aldea Infantil SOS de Beira y a los casi 600 niños y 150 familias con quienes la organización trabaja en su Programa de Fortalecimiento Familiar. Estos últimos, que viven en la comunidad, se enfrentan a un largo y arduo proceso de reconstrucción. Además, con el fin de evitar la separación familiar, la organización de atención directa a la infancia facilitará apoyo a las familias vulnerables afectadas mediante la provisión de alimentos, artículos no alimentarios (ropa y otros enseres de primera necesidad) y de higiene (agua potable y depuradoras de agua).

Una de las principales prioridades en este momento es proveer de alimentos a la población, dada la inaccesibilidad a los mismos y los daños que han sufrido los que estaban almacenados. La falta de acceso a medios de transporte dificulta además su distribución. Asimismo, es muy probable que los pozos estén contaminados por las inundaciones, aumentando el riesgo de brotes de malaria, cólera y otras enfermedades transmitidas por el agua. Se estima que unas 66.000 personas están desplazadas en Beira, algunas de las cuales están siendo trasladadas por helicópteros del ejército desde otras zonas que se encuentran completamente inundadas, lo que está complicando aún más el acceso a refugio y servicios esenciales.

Estamos profundamente preocupados por muchos niños y familias que ya vivían en situaciones precarias y que ahora han visto cómo desaparecen sus hogares, sus medios de subsistencia y sus esperanzas. Los niños también son extremadamente vulnerables a la malaria y las enfermedades transmitidas por el agua. En algunas de las zonas más afectadas, las familias tienen una necesidad urgente de agua y saneamiento, alimentos y refugio. Además, las inundaciones han destruido cultivos y huertos familiares, lo que afecta a la capacidad de estas familias para recuperarse de la tragedia”, explica la directora de Aldeas Infantiles SOS Internacional para África Oriental y Meridional, Senait Bayessa. En los próximos meses, debemos trabajar para aumentar la sostenibilidad de las comunidades en situación de vulnerabilidad, con el objetivo de minimizar el impacto de futuros desastres en los niños y sus familias“, añade.

Aldeas Infantiles SOS trabaja en Mozambique desde 1987. Allí ofrece un entorno familiar a aquellos niños que no pueden vivir con sus padres y fortalece a las familias vulnerables para que puedan cuidar adecuadamente de sus hijos. La organización está presente en Beira, Chimoio, Inhambane, Maputo, Pemba y Tete.