Crece el número de migrantes venezolanos en Colombia

Más de cuatro millones de personas han abandonado Venezuela desde 2014. Solo en el último año el número de refugiados y migrantes venezolanos ha aumentado en un millón, y Naciones Unidas calcula que superará los cinco millones a finales de 2019. En el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza, Aldeas Infantiles SOS recuerda que entre los motivos que les empujan a abandonar sus hogares se encuentran la falta de acceso a alimentos, medicinas y servicios sociales.

Los niños representan uno de los grupos más vulnerables en esta crisis humanitaria, muy especialmente los que viajan sin la compañía de adultos, aquellos que se quedan solos en casa mientras sus padres trabajan o buscan trabajo, y los que se ven obligados a trabajar con ellos en las calles. Además, la situación irregular de los menores indocumentados les impide acceder al sistema de educación. Todo ello aumenta el riesgo de abusos, explotación sexual, trata y reclutamiento forzado por parte de grupos armados.

El principal receptor de migrantes venezolanos es Colombia, que acoge a 1,5 millones aproximadamente, ya sea con intención de permanecer en el país o en tránsito. Los nuevos requisitos de entrada implementados recientemente por otros países de la región, como Perú, Chile y Ecuador, han provocado un importante aumento en el número de migrantes que se ven obligados a permanecer en Colombia ante la imposibilidad de cruzar legalmente a terceros países.

A su vez, esto ha complicado la situación en las zonas fronterizas, desbordando los sistemas de atención a la población migrante, así como los servicios sociales, de salud o educativos, que están saturados. Se estima que en Colombia hay 320.000 niños venezolanos en situación de riesgo.

Aldeas Infantiles SOS de Colombia lleva más de un año proporcionando ayuda humanitaria, protección y apoyo a niños y familias migrantes procedentes de Venezuela en diferentes zonas del país. En este periodo, la organización ha atendido a más de 15.000 personas.

“Para Aldeas es indispensable que los niños y las niñas que migran y buscan refugio encuentren en nuestros espacios lo que tuvieron que dejar: juguetes, amigos y, sobre todo, un entorno seguro y protector. Consideramos que su bienestar, protección y derecho a la familia son prioritarios y están por encima de cualquier opinión política o social”, afirma la directora de Aldeas Infantiles SOS de Colombia, Ángela Rosales.

Protección, cobertura de necesidades básicas y educación

Con el fin de dar respuesta a las necesidades crecientes de los migrantes venezolanos, Aldeas Infantiles SOS seguirá prestando atención humanitaria en las zonas fronterizas de La Guajira, Nariño y Santander. Su objetivo es atender a 17.200 personas más. Este apoyo incluirá:

  • Protección de menores no acompañados mediante su acogida temporal en programas de cuidado alternativo de Aldeas Infantiles SOS.
  • Refugio temporal para familias vulnerables con niños. Recogida en puntos estratégicos de la zona fronteriza y transporte hasta los albergues habilitados por Aldeas.
  • Alimentos, ropa limpia y kits de higiene.
  • Provisión de suplementos nutricionales para niños. Evaluaciones periódicas para establecer los niveles de desnutrición y monitorear el progreso.
  • Establecimiento de espacios de aprendizaje temporales para proporcionar educación no formal a niños que no asisten a la escuela.
  • Desarrollo de actividades de protección pedagógica. Sesiones de sensibilización dirigidas por psicólogos y pedagogos sobre los riesgos a los que se enfrentan durante su ruta (como explotación sexual, trata de personas, uso y reclutamiento forzado por grupos armados ilegales y violencia de género) y estrategias de prevención, especialmente para niños y adolescentes.
  • Espacios Amigos de los Niños y las Familias, donde estas mejoran sus habilidades e incrementan sus recursos para proteger a sus hijos en situaciones de crisis: crianza positiva, asesoramiento nutricional, servicios básicos disponibles o integración comunitaria. Los niños participan en actividades recreativas y educativas centradas en el desarrollo de sus derechos y habilidades.
  • Orientación legal y provisión de información relacionada con rutas geográficas para continuar con seguridad su viaje.

La pobreza va mucho más allá de la falta de ingresos y afecta a todos los aspectos del desarrollo infantil. Entre sus distintas manifestaciones se encuentran el hambre y la malnutrición, pero también la falta de acceso a los servicios básicos esenciales, a la educación o a la sanidad, así como a una vivienda digna. Poner fin a la pobreza en todas sus formas y en todo el mundo es el Objetivo de Desarrollo Sostenible número 1.