El voluntariado: actor clave para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible

Sensibilización

El voluntariado es una forma de participación activa en la sociedad y contribuye a mejorar la calidad de vida de las personas más vulnerables con el fin de crear un mundo más justo y solidario. Con este mensaje y con motivo del Día Internacional de los Voluntarios, que se celebra este 5 de diciembre, Aldeas Infantiles SOS quiere reconocer la labor voluntaria de los más de dos millones y medio de voluntarios que hay en nuestro país y, en concreto, de los más de 200 que cada año dedican su tiempo y su solidaridad a la organización.

“El voluntariado permite a las personas participar en el crecimiento de sus propias comunidades y adquirir un sentido de responsabilidad social; además, tiene un importante efecto dominó: inspira a otras personas e impulsa las transformaciones necesarias para que los ODS arraiguen en la sociedad y sean una realidad”, asegura el presidente de Aldeas Infantiles SOS, Pedro Puig. No en vano, la Agenda 2030 reconoce explícitamente el voluntariado como un actor clave para alcanzar los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible y la Asamblea General de Naciones Unidas demanda a sus Estados Miembros la integración del voluntariado en sus políticas y programas nacionales de desarrollo sostenible.

Pero el voluntariado no solo tiene un impacto en la comunidad, sino también en aquellos que realizan las actividades voluntarias. “De hecho, hay estudios que avalan que dedicar tiempo a las personas que lo necesitan mejora considerablemente nuestros niveles de felicidad y nuestros voluntarios nos confirman que así es y que, al final, acaban recibiendo mucho más de lo que dan”, constata Pedro Puig. Así, Teresa Rozas, voluntaria de Aldeas Infantiles SOS, confiesa que “aunque la intención inicial sea la de devolverle a la sociedad todo lo bueno que tienes, lo que resulta al final es que todo ese tiempo te es devuelto en forma de amor, de cariño y de respeto”.

Según datos de la Oficina Europea de Estadística (Eurostat), el 10,7% de la población con más de 16 años es voluntaria en nuestro país, un dato que dista mucho, sin embargo, de la media europea, que se sitúa en torno al 20%.

Comprometidos con la infancia

Los voluntarios aportan valor añadido a las organizaciones y enriquecen su trabajo diario. Por eso, desde el Programa de Voluntariado de Aldeas Infantiles SOS, se propicia su integración, se buscan los perfiles más adecuados, se ofrece la formación necesaria y se supervisa su actuación.

“Las personas que dedican parte de su tiempo a Aldeas son personas comprometidas con la infancia, que ofrecen un apoyo a nuestros profesionales que revierte directamente en los niños y jóvenes con los que trabajamos, para quienes son referentes positivos en los que fijarse y de los que aprender que dando también se recibe”, asegura el presidente de Aldeas.

Las tareas que realizan responden a las necesidades de los distintos programas. Las más demandadas están relacionadas con la educación y el refuerzo escolar. Pero también colaboran en actividades deportivas y de ocio, talleres de temáticas diversas, servicio de comedor y merienda, e incluso labores de jardinería y horticultura. Y si bien el grueso del voluntariado se realiza con niños y jóvenes en los programas de atención directa, también hay otros voluntarios que prefieren desempeñar labores más administrativas o de participación en eventos y actos diversos.

En los primeros seis meses del año, Aldeas Infantiles SOS ha contado con 226 voluntarios. El perfil es mayoritariamente femenino, con una edad media comprendida entre los 19 y los 65 años y con estudios superiores o universitarios.

Con su Programa de Voluntariado, la organización contribuye, además, al logro del Objetivo de Desarrollo Sostenible nº17: Alianzas estratégicas para lograr la sostenibilidad.