Los periodistas sacan notable en las noticias en las que los niños vulnerables son protagonistas

Informes

  • Sin embargo, los expertos recuerdan que hay que seguir apelando al rigor periodístico y a la ética profesional para que cada vez menos noticias vulneren los derechos del niño.
  • El informe ha sido presentado esta mañana por Aldeas Infantiles SOS y la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE).

Madrid, 21 de junio de 2019. La prensa española cuida especialmente las informaciones en las que los niños y las niñas son protagonistas; sin embargo, los expertos recuerdan que hay que seguir apelando a la necesidad de contrastar las fuentes y a la no utilización de imágenes que puedan vulnerar los derechos del niño. Son las conclusiones del informe La infancia vulnerable en los medios de comunicación, que por cuarto año consecutivo analiza el tratamiento que hacen los medios sobre la infancia vulnerable. El estudio ha sido presentado esta mañana, en la Asociación de la Prensa de Madrid, por Aldeas Infantiles SOS y la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE). 

Según el estudio, mejora el tratamiento que se da a los menores en los medios. Este año, la nota media ha arrojado un resultado de 4,04 en una escala del 1 al 5, mientras que el año pasado fue de 3,63. Así, podemos ver cómo el 76% de las noticias hacen un tratamiento positivo de la infancia, el 15% negativo y el 9% neutro.

El informe concluye, por tanto, que la prensa española es especialmente cuidadosa con las informaciones en las que los menores son protagonistas y que avanzamos en la buena dirección. La mayoría de las noticias respetan el derecho a la intimidad y la privacidad de niños y niñas, emplean nombres ficticios y evitan su identificación. Además, también se ha observado una mayor especialización de los periodistas que escriben sobre infancia y un mayor rigor en la redacción de las noticias.

Sin embargo, el informe insiste en la importancia de contrastar las fuentes, especialmente ahora que las fake news están tan presentes; y en que el menor nunca debe ser fuente información. Lo único que sí es aceptable, nos dice el estudio, “es que los niños hagan alguna declaración en una noticia siempre que esta no ponga en riesgo su intimidad ni condicione su futuro”.

Como puntos débiles, el informe también señala que todavía se observan informaciones que, pese a usar nombres ficticios para los menores, publican los apellidos de sus progenitores, lo que permite identificar al niño; que los medios siguen sin tener reparo a la hora de publicar imágenes de menores difundidas en sus propias redes sociales, olvidando que siguen siendo menores; o que sigue habiendo noticias que estigmatizan y criminalizan a colectivos especialmente vulnerables, como los menores extranjeros no acompañados.

100 noticias objeto de análisis

Para elaborar este informe, se recopilaron 51.446 noticias sobre infancia publicadas en prensa nacional impresa y digital entre enero y diciembre de 2018. De ellas se realizó una primera selección de 1.000 y, de estas, 100 fueron objeto de un análisis más exhaustivo por parte de los expertos participantes, entre los que se encuentran las periodistas especializadas en información social Pilar González y Karmen Garrido.

Para la valoración de estas noticias, los expertos tuvieron en cuenta tres criterios fundamentales: el respeto a la intimidad personal y familiar; la importancia de trabajar con autocrítica; y la no utilización de los niños como fuentes de información. Junto a estos criterios también se examinaron los titulares, el cuerpo y las imágenes de las noticias.

De los seis apartados analizados, el referido al uso de niños como fuentes de información ha sido el que mejor nota ha obtenido, con un 4,47 sobre 5. Por el contrario, el criterio peor puntuado, con un 3,74, ha sido el de las imágenes. Y es que todavía hay informaciones en las que se publican imágenes de menores que pueden reconocerse o incluso hay algunas en las que se ha observado una discriminación por sexo.

A la presentación han asistido el presidente de la FAPE, Nemesio Rodríguez; el vicepresidente de Aldeas Infantiles SOS, Javier Fresneda; y las periodistas expertas en información social que han participado en el estudio Pilar González y Karmen Garrido.

El presidente de la FAPE, Nemesio Rodríguez, asegura que “el respeto de las normas éticas y deontológicas es la base del periodismo de calidad. Esta exigencia ética es mucho mayor en las informaciones que involucren a menores de edad, ya que pueden causar un daño irreparable para su futuro si vulneramos sus derechos fundamentales al honor, la intimidad y la propia imagen. Es recomendable que, a la hora de preparar una noticia sobre menores de edad, tengamos siempre en cuenta la prevalencia del interés superior del niño”.

Javier Fresneda, vicepresidente de Aldeas Infantiles SOS, se ha mostrado satisfecho al comprobar que “los periodistas son cada vez más conscientes de cómo un tratamiento informativo adecuado puede repercutir positivamente en los derechos de los niños y las niñas que más nos necesitan, y más en un año en el que se cumple el treinta aniversario de la Convención de los Derechos del Niño”.

Pilar González, periodista de la Agencia EFE y participante en el estudio, ha subrayado que para alcanzar la verdad en las informaciones periodísticas es fundamental contrastar: “La verdad por encima de la rapidez es uno de los principios básicos del periodismo y más cuando se trata de temas controvertidos con menores como protagonistas, en los que siempre se hace necesario más de una voz acreditada y solvente”.

Por último, Karmen Garrido, periodista experta en Sociedad y Tercer Sector, ha puesto el acento en los menores extranjeros no acompañados y en cómo la migración puede llegar a transformar la propia identidad: “Dar nombre a lo que les pasa a los migrantes, sobre todo si son niños, es un paso más en el camino para humanizar la atención sanitaria y recordar la necesidad de prestar atención también a las emociones y vivencias de quienes se encuentran en una situación de desamparo, que no padecen un trastorno mental, pero sí un cuadro de estrés severo”.

La colaboración entre Aldeas y la FAPE comenzó en 2014 con la publicación del Código ético periodístico para la infancia vulnerable, que incluye recomendaciones para que los profesionales de la información puedan elaborar sus noticias con rigor y respeto hacia los menores. Fruto de esta colaboración surgió la necesidad de iniciar un trabajo de análisis que permitiera saber en qué medida los periodistas hacían prevalecer los derechos del niño en sus informaciones. El informe presentado es el cuarto que Aldeas y la FAPE elaboran desde el inicio de su colaboración.