Nueva campaña para sensibilizar sobre la importancia de realizar un legado solidario

Sensibilización

Dejar parte de la herencia a una ONG es una tendencia que crece en Europa al tiempo que la población del continente envejece. España no es una excepción. En la última década, el legado solidario ha emergido en nuestro país y cada vez son más los ciudadanos que deciden dejar una parte de su herencia a una organización social. Sin embargo, comparado con otros países europeos, nuestro país todavía se sitúa en las últimas posiciones. De los más de 640.000 testamentos que se firmaron en 2018, según datos del Consejo General del Notariado, solo un 3% incluía un legado a favor de una ONG, explica la plataforma LegadoSolidario.org, de la que Aldeas Infantiles SOS forma parte.

Según el Colegio de Notarios de Cataluña, en 2017 el importe total recaudado en España a través de esta vía alcanzó los 230 millones de euros, provenientes de 1.152 herencias, de los cuales un 36% se destinó a ONG o fundaciones y un 54% a órdenes religiosas.

Se trata de un porcentaje aún muy reducido si lo comparamos con otros países europeos como Alemania o Reino Unido, donde las herencias y los legados suponen una parte significativa de las donaciones. Según LegadoSolidario.org, Reino Unido recauda aproximadamente 2.200 millones de euros anuales por esta vía y, en Alemania, que es el mayor recaudador de fondos de los 136 países en los que Aldeas Infantiles SOS está presente, el 22% de su recaudación proviene de herencias y legados.

Con el objetivo de dar a conocer este tipo de donaciones y coincidiendo con el Día Internacional del Legado Solidario, Aldeas Infantiles SOS ha lanzado la campaña “Síndrome de Gmeiner”, con la que pretende sensibilizar sobre la importancia de hacer un testamento solidario, así como informar a aquellas personas que opten por este tipo de ayuda.

Escenas de una infancia feliz

¿Te imaginas que cada vez que mirases tu coche vieses dos hermanos jugando? ¿Que donde antes veías tu joyero ahora vieses una niña estudiando? ¿O que donde otros solo ven tu salón tú fueses capaz de ver a unos jóvenes merendando? Eso es lo que les ocurre a Mari Carmen, Luisa y Antonio, los protagonistas de la nueva campaña de Aldeas Infantiles SOS “Síndrome de Gmeiner”, que les hace ver escenas de una infancia feliz al mirar sus bienes y pertenencias.

Diseñada por la agencia Arnold y producida por La Joya, la campaña nos muestra la historia de tres personas que han dado un paso más en su compromiso con la protección de la infancia y han decidido dejar una parte de su herencia (una casa, una joya, un coche o un chelo) a niños en situación de vulnerabilidad. Por eso, al mirar ciertos objetos, Mari Carmen, Luisa y Antonio ven cómo estos se transforman en una infancia feliz para algunos de los más de 300.000 niños que están en riesgo de perder el cuidado de sus padres en España.

Esta forma tan especial de observar sus pertenencias es lo que Aldeas Infantiles SOS ha denominado “Síndrome de Gmeiner”. Un síndrome ficticio que, sin embargo, les permite hacer realidad la visión de Hermann Gmeiner, el fundador de esta organización de atención directa a la infancia: ofrecer a los niños que lo necesitan un entorno familiar y protector para que tengan una infancia feliz y un futuro más justo y esperanzador.

Una realidad poco conocida en nuestro país

El desconocimiento de lo que es y cómo funciona lo que llamamos legado solidario, unido a la falta de referentes y a las dificultades de carácter cultural que encontramos en nuestro país para relacionarnos con la idea de la muerte son factores que contribuyen a que esta forma de colaboración sea aún minoritaria.

Una de las cuestiones que genera mayor confusión en torno al testamento solidario es la preocupación por los herederos legítimos y la realidad es que estos en ningún caso se ven perjudicados. La legislación española define con claridad cómo repartir una herencia y establece como herederos forzosos a hijos y descendientes, padres y ascendientes y cónyuges. El llamado “tercio de legítima” ha de repartirse a partes iguales entre ellos. El “tercio de mejora” puede ser distribuido libremente por el testador entre los herederos forzosos y, si no se especifica, se suma a la legítima. Por último, el testador tiene libertad para decidir sobre el “tercio de libre disposición”, que puede ser adjudicado a un familiar, un tercero o una persona jurídica.

Más información en: www.sindromedegmeiner.es