Los beneficios de practicar teatro en niños y adolescentes

Este 27 de marzo se celebra el Día Internacional del Teatro. Un arte milenario cuya práctica aporta numerosos beneficios para niños de todas las edades. 

“La vida es una obra de teatro que no permite ensayos; por eso canta, ríe, baila, llora y vive intensamente cada momento de tu vida…antes que el telón baje y la obra termine sin aplausos”. Esta frase fue acuñada por el conocido actor de cine mudo Charles Chaplin. Para él, el teatro es la representación de la vida misma: nos hace reír, llorar, imaginar, empatizar o reflexionar, entre muchas otras cosas.  

Los orígenes de este arte inherente a nuestra cultura universal se remontan a los tiempos de la Antigua Grecia, cuando los atenienses rendían homenaje a Dionisos, dios del vino y de la vegetación. Estas primitivas ceremonias y rituales fueron evolucionando hasta lo que conocemos hoy en día por teatro, uno de los patrimonios más valiosos que nos trajo la cultura griega. 

Como muchas otras vertientes del arte, el teatro lleva acumulando millones de adeptos a lo largo de todos sus siglos de historia. Y no resulta sorprendente que su práctica se haya convertido en una de las actividades extraescolares predilectas para los niños, al aportarles múltiples beneficios físicos y anímicos. Apuntarse a la interpretación no quiere decir que resulte necesario poseer dotes artísticas innatas, bastará con que el pequeño quiera pasárselo bien. 

¿Qué beneficios aporta practicar teatro?

En las escuelas de teatro encontrará un espacio de ocio, donde pasará un rato ameno que le resultará muy enriquecedor para su desarrollo cognitivo, físico y verbal. Por eso, con motivo del Día Internacional del Teatro, os traemos diez beneficios que aporta esta actividad en niños y adolescentes de todas las edades: 

  • Mejora la creatividad: Al aprender nuevas historias y sumergirse de lleno en ellas, hasta convertirse en uno de los personajes, los jóvenes intérpretes podrán inspirarse para crear sus propias historias más adelante.
  • Ayuda a socializar: El teatro casi siempre implica trabajar con más gente, y entre todos se aprende a interactuar fuera y dentro de la ficción de la obra. La necesidad de coordinación y trabajo en equipo creará una buena relación entre los participantes, lejos de la competencia de otras dinámicas.
  • Estimula la memoria: Esta práctica implica el ejercicio de tener que aprender a retener textos y repetirlos en voz alta con distintas entonaciones.
  • Fomenta su dicción: Ésta es una actividad donde los actores practican mucho la oratoria y hablar de forma clara y comprensible. Se hacen ejercicios de vocalización, se aprende a controlar el tono de voz y modular la velocidad de habla acorde a cada situación.
  • Combate el pánico escénico: Los niños y adultos que tienen dificultades para hablar en público muchas veces recurren al teatro como una terapia de exposición que les ayuda a enfrentarse a su miedo de forma divertida y amena, con la ayuda de sus instructores y compañeros.
  • Fomenta el interés por la lectura: Interpretar una obra puede hacer que se interesen por la historia de los autores que la escribieron y decantarse por otras obras de teatro que puedan interpretar en el futuro.
    Desarrolla una mayor visión periférica: Los actores se entrenan para controlar todo lo que ocurre en el escenario aunque tengan la vista fija en otro lado. Para ello se realizan ejercicios con pelotas, fomentando sus reflejos o caminando por el escenario rellenando el espacio vacío.
  • Mejora la atención: Durante la interpretación de una escena la concentración de los actores es máxima. Deben saber todas sus intervenciones de memoria, no mirar directamente a ningún espectador para no romper la inmersión, no reírse en medio de un momento tenso… Los niños que practican teatro entrenan su atención y aprenden a meterse de lleno en el papel, sin distracciones externas, lo que puede verse reflejado también en los aspectos académicos.
  • Mejora la expresión del lenguaje verbal y no verbal: La importancia de los gestos en el teatro y la expresión les ayudará a conocer la importancia del lenguaje no verbal y el contacto visual durante las conversaciones, así como la importancia de saber escuchar.
  • Aumenta la autoestima: Los instructores de teatro insisten a los alumnos en que pierdan el miedo a hacer el ridículo y se metan de lleno en sus papeles. Esto crea un ambiente sin prejuicios ni vergüenza, ya que todos están haciendo las mismas actividades. Además, estar en un escenario rodeado de compañeros tras haber acabado una obra con éxito y ver cómo el público aplaude será para ellos un recuerdo imborrable.