Aldeas Infantiles SOS apela a la protección urgente de los niños migrantes no acompañados

Internacional

Madrid, 20 de junio de 2018. Los niños representan casi la mitad de los 65 millones de personas que en todo el mundo han tenido que huir de sus hogares debido a conflictos, inestabilidad o catástrofes. Un alto porcentaje de ellos viaja solo, siendo especialmente vulnerable a la explotación y el abuso, así como a ver dañada su salud mental a causa la separación prolongada de sus familias. Si bien el derecho internacional les otorga protección especial y prioridad, a menudo lo que encuentran es desamparo y peligro.

En el Día Mundial del Refugiado, Aldeas Infantiles SOS recuerda que las autoridades de los países receptores de refugiados tienen la obligación de garantizar el registro, la atención y la protección de los niños, evitando así que se conviertan en víctimas de la trata, la explotación y el abuso.

De los 33.000 niños que en 2017 desembarcaron en Europa, aproximadamente 20.000 llegaron solos. No existen estadísticas fehacientes que determinen la suerte que corren después. Muchos de ellos se alojan en campos de refugiados o grandes centros de recepción que no están preparados para proporcionar la atención, protección, apoyo y educación que requieren. Otros carecen de refugio y viven en la calle.

Todos ellos han estado expuestos a altos niveles de estrés antes de su partida, durante su viaje y continúan estándolo al llegar a su destino, lo que, unido a la separación familiar, eleva la probabilidad de que su salud mental se vea afectada. Sin el apoyo adecuado, estos niños se enfrentarán, además, a dificultades a nivel educativo y de exclusión social.

“Con demasiada frecuencia en los últimos tiempos, la retórica política sobre los refugiados es tóxica y los niños quedan atrapados en ella, pero no podemos mirar para otro lado en aras de la conveniencia política. Proteger a los niños necesitados es una obligación, incluso según el derecho internacional, que no puede estar sujeta a negociación”, sostiene el presidente de Aldeas Infantiles SOS, Pedro Puig.

Derechos y protección

Aldeas Infantiles SOS defiende los derechos y la protección de todos los niños para garantizar que reciben cuidados, educación y protección contra daños físicos o emocionales. La organización demanda a los países de tránsito y recepción el cumplimiento de la legislación internacional y la satisfacción de las necesidades de los niños migrantes y refugiados:

  • Los niños que huyen de conflictos y disturbios necesitan acceso a alimentos, vivienda, atención médica, educación y protección durante todo el viaje.
  • En los países donde los refugiados encuentran un nuevo hogar, las autoridades deben proporcionar a los niños un lugar seguro en el que puedan aprender y crecer con su propia familia u otra familia que les brinde un entorno protector, de acuerdo con las Directrices de Naciones Unidas para el Cuidado Alternativo de los Niños.
  • La etiqueta ‘refugiado’ o ‘migrante’ no puede ser utilizada para degradar los derechos que tienen todos los niños, independientemente de su estatus migratorio o el de sus padres.
  • Los niños refugiados tienen derecho a protección especial según el derecho internacional, incluida la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño [Artículo 22.1], así como otros acuerdos internacionales.
  • Los países están obligados por el derecho internacional a mantener sus fronteras abiertas para permitir que los refugiados accedan a un lugar seguro.

Ningún niño que haya tenido que huir de un conflicto armado o de la persecución debería tener que soportar barreras -ya sean de alambre de espino o las de la intolerancia- cuando busca refugio en otro país.

Más del 80% de los refugiados son acogidos por países en desarrollo

En todo el mundo, más de 60 millones de personas han tenido que huir de su hogar debido a conflictos, inestabilidad o catástrofes, de los cuales al menos 22 millones son refugiados que no viven en sus países de origen. Los niños representan a más de la mitad del total.

Es preciso recordar que las regiones en desarrollo acogen a más del 80% de los refugiados del mundo, mientras que solo una mínima parte llega a Europa. Turquía, Líbano y Jordania albergan a muchos más refugiados de los conflictos de Oriente Medio que la Unión Europea. En África, Etiopía y Kenia han acogido a una generación de refugiados que escaparon de la guerra y los disturbios en Somalia, mientras que Uganda, el país africano con más refugiados, ampara a más de un millón de personas de Sudán del Sur, la República Democrática del Congo y otros países vecinos.

Los conflictos han desencadenado desplazamientos masivos en el Sahel africano, Ucrania, el Cáucaso y el sur de Asia. Por otra parte, en América Latina, Colombia es el principal país de destino de los aproximadamente 1,5 millones de venezolanos que han abandonado su tierra, lo que viene a sumarse a las dificultades derivadas de largos años de desplazamiento interno provocado por la violencia y el conflicto colombiano.

En la actualidad, Aldeas Infantiles SOS desarrolla Programas de Respuesta de Emergencia y otros proyectos de trabajo con refugiados en Armenia, Austria, Bangladés, Bélgica, República Centroafricana, Estonia, Finlandia, Alemania, Grecia, Hungría, Irak, Italia, Jordania, Líbano, Níger, Chipre, Noruega, Serbia, Somalia, Suecia, Siria, Uganda y Ucrania.

Más información en: www.aldeasinfantiles.es/refugiados