Aldeas Infantiles SOS pide la protección urgente de los niños refugiados separados de sus familias

Los niños representan casi la mitad de los 26 millones de personas que han tenido que huir de sus hogares por conflictos, inestabilidad o catástrofes. Aunque no existen estadísticas concretas que lo determinen, se calcula que, de ellos, 111.000 están solos y sin sus familias. Los niños refugiados son especialmente vulnerables a la explotación y el abuso, así como a ver dañada su salud mental a causa de la separación de sus familias. El derecho internacional les otorga protección especial y prioridad, a menudo lo que encuentran es desamparo y peligro.

En el Día Mundial del Refugiado, Aldeas Infantiles SOS recuerda que las autoridades de los países receptores de refugiados tienen la obligación de garantizar el registro, la atención y la protección de los niños refugiados, evitando que se conviertan en víctimas de trata, explotación y abuso.

“En el Día del Refugiado queremos recordar a los gobiernos su responsabilidad de tratar a los niños con dignidad y respeto. Cuidar a los niños refugiados significa protegerlos de cualquier daño y asegurarse de que tengan un hogar, una educación y la oportunidad de crecer con sus seres queridos siempre que sea posible” (Pedro Puig, presidente de Aldeas Infantiles SOS de España).”

Muchos de los niños que viajan solos se ven obligados a quedarse en campos de refugiados que no están preparados para proporcionar la atención, la protección, el apoyo y la educación que necesitan. Otros carecen de refugio y viven en la calle.

Todos ellos están expuestos a altos niveles de estrés antes de su partida, durante su viaje y continúan estándolo al llegar a su destino. Esto, unido a la separación familiar, eleva la probabilidad de que su salud mental se vea afectada.

“Bajo estas circunstancias, no podemos seguir aplicando leyes y políticas que no respeten a los niños refugiados. De esta forma se victimizan aún más a aquellos que han sufrido experiencias que podrían traumatizarles por el resto de sus vidas”, señala Pedro Puig.

Derechos y protección

Aldeas Infantiles SOS defiende los derechos y la protección de todos los niños para garantizar que reciben cuidados, educación y protección. La organización demanda a los países de tránsito y recepción el cumplimiento de la legislación internacional y la satisfacción de las necesidades de los niños refugiados:

  • Necesitan acceso a alimentos, vivienda, atención médica, educación y protección durante todo el viaje.
  • En los países donde los refugiados encuentran un nuevo hogar, las autoridades deben proporcionar a los niños un lugar seguro en el que puedan aprender y crecer con su propia familia u otra familia que les brinde un entorno protector, de acuerdo con las Directrices de Naciones Unidas para el Cuidado Alternativo de los Niños.
  • La etiqueta ‘refugiado’ o ‘migrante’ no puede ser utilizada para degradar los derechos que tienen todos los niños, independientemente de su estatus migratorio o el de sus padres.
  • Los niños refugiados tienen derecho a protección especial según el derecho internacional, incluida la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño [Artículo 22.1], así como otros acuerdos internacionales.

Aldeas Infantiles SOS recuerda que este año marca un hito importante en el reconocimiento de los derechos de los niños, incluidos los niños refugiados. La Convención sobre los Derechos del Niño consagra el derecho de todo niño a ser tratado con respeto, dignidad e igualdad, y a ser protegido de la explotación, el abuso sexual y el abandono. La Convención obliga a los gobiernos a proteger a los niños y ayudarlos a alcanzar su máximo potencial.

Los países están obligados por el derecho internacional a mantener sus fronteras abiertas para permitir que los refugiados accedan a un lugar seguro