Aldeas Infantiles SOS muestra su preocupación por la universalidad del derecho a la educación

España

  • La brecha digital y la desigualdad socioeconómica amenazan el derecho a la educación de miles de niños, niñas y adolescentes en situación de vulnerabilidad social en nuestro país.
  • La organización de atención directa a la infancia proporciona refuerzo escolar a los alumnos y apoyo a las familias para que ellas también puedan acompañar a sus hijos en su proceso de aprendizaje y que la vuelta al colegio se produzca en condiciones de igualdad.

Madrid, 7 de septiembre de 2020. En el marco del Día Internacional de la Alfabetización, Aldeas Infantiles SOS advierte de que la COVID-19 está incrementando la desigualdad socioeconómica y comprometiendo el derecho a la educación de miles de niños, niñas y adolescentes en nuestro país, condicionando así sus oportunidades educativas, sociales y laborales futuras. La organización, que atiende a más de 6.000 niños, niñas y adolescentes en situación de vulnerabilidad en España, reclama medidas urgentes para paliar los efectos de la pandemia sobre nuestro sistema educativo y reivindica su rol como compensador de desigualdades.

La emergencia sanitaria no solo ha puesto de manifiesto la inequidad de nuestro sistema educativo sino que la ha acrecentado. Las condiciones socioeconómicas de las familias tienen ahora un mayor impacto en el aprendizaje de sus hijos. La brecha digital, las limitaciones de recursos y capacidades para apoyar el aprendizaje en casa y las dificultades de conciliación comprometen el derecho a una educación de calidad de una parte de la infancia en nuestro país y condicionan su futuro.

El 8,2% de los menores de 18 años en España (683.000) viven en hogares que no pueden permitirse tener un ordenador1 y al menos 100.000 no tiene conexión a Internet2. Aldeas Infantiles SOS asegura que para estos niños, niñas y adolescentes, el cierre de las escuelas y la migración precipitada a la educación online el pasado mes de marzo significó la vulneración de su derecho a la educación, y se enfrentan al nuevo curso en condiciones de tremenda desigualdad.

La organización recuerda, asimismo, que la educación online no implica solo contar con dispositivos y acceso a Internet, sino que requiere también de un seguimiento y apoyo en casa que no todas las familias pueden ofrecer, ya sea por falta de tiempo o de capacidades. Así, las estructuras familiares más débiles, con serias dificultades para conciliar, volverán a ser las más afectadas en este curso 2020-2021 que comienza con modelos de clases semipresenciales para algunos niveles y la incertidumbre frente a posibles cambios de escenario según evolucione la pandemia.

En este contexto, Aldeas Infantiles SOS ha fortalecido el componente educativo de sus programas de prevención y fortalecimiento familiar. Además de crear un fondo de emergencia para garantizar dispositivos electrónicos y acceso a internet a los más de 6.000 niños, niñas y adolescentes en situación de vulnerabilidad que atiende, la organización proporciona refuerzo escolar a los alumnos y apoyo a las familias para que ellas también puedan acompañar a sus hijos en su proceso de aprendizaje. Según explica el presidente de Aldeas Infantiles SOS, Pedro Puig, “se trata de reducir la brecha educativa y que la vuelta al colegio se produzca en condiciones de igualdad“.

La oportunidad de un cambio profundo

Ya antes de la pandemia, nuestro sistema educativo sufría importantes carencias en términos de financiación y políticas de equidad. La tasa de abandono escolar temprano (17,3%) es la más alta de Europa, y tanto esta como la tasa de fracaso escolar es superior en niños, niñas y adolescentes que viven en hogares con rentas bajas.

“Este extraordinario período transformador al que nos ha llevado la crisis de la COVID-19 puede convertirse en la oportunidad de afrontar con valentía un cambio en el modelo educativo orientado a acabar con la inequidad e impulsar metodologías adaptadas a la diversidad”, afirma el presidente de Aldeas Infantiles SOS. La educación contribuye al desarrollo integral de la persona, es un indicador del progreso social y un poderoso instrumento para que niños, niñas y jóvenes salgan de la marginación y se integren plenamente en la sociedad. “Su papel es decisivo, por lo que la defensa de la igualdad de oportunidades en el acceso a la educación y la calidad de la misma no pueden pasar a un segundo plano en contextos de crisis, sino que deben priorizarse”, puntualiza Pedro Puig.

Aldeas Infantiles SOS propone las siguientes medidas urgentes para comenzar con la necesaria transformación de nuestro sistema educativo:

1.- Aumentar el gasto público en becas y ayudas al estudio desde el 0,17% del PIB actual al 0,44% del PIB en 2020, y reformar el sistema para que todos los niños, niñas y adolescentes con bajos recursos tengan derecho a ayuda de libros, actividades extraescolares, comedor, transporte y a becas que favorezcan su permanencia en estudios postobligatorios con cuantías más elevadas y abonadas al inicio del curso.

2.- Reducir la brecha digital. Garantizar el acceso a internet y a dispositivos electrónicos adecuados a los alumnos y alumnas de todas las etapas educativas y proporcionar acompañamiento a las familias mediante formación y apoyo del profesorado.

3.- Apostar por el refuerzo y el apoyo escolar. Dar prioridad al seguimiento, apoyo y refuerzo del alumnado de familias socioeconómicamente vulnerables, con necesidades educativas especiales y dificultades de aprendizaje.

4.- Aumentar progresivamente, en los próximos 4 años, la oferta de plazas públicas (hasta 70.000) en educación infantil 0-3, garantizando el acceso a los niños y niñas en situación de riesgo de pobreza y exclusión social.

5.- Acabar con la segregación escolar, la socioeconómica y la que se produce por origen de nacionalidad, racial o étnica mediante reformas legales y programas de inclusión educativa financiados adecuadamente.