Aldeas Infantiles SOS ofrece ayuda humanitaria en Líbano

Emergencias

Madrid, 10 de agosto de 2020. Aldeas Infantiles SOS, que lleva más de 50 años trabajando con niños y familias en Líbano, ofrecerá ayuda humanitaria de emergencia en el país para preservar la unidad familiar y el cuidado provisional de los niños y las niñas no acompañados y separados de sus padres. La respuesta de emergencia también abordará las necesidades de las familias que ya se habían visto afectadas por la crisis económica y por los efectos adversos de la covid-19.

Entre los objetivos de la respuesta humanitaria de Aldeas Infantiles SOS se encuentran la protección de los niños y las niñas vulnerables, preservando la unidad familiar mediante la provisión de ayuda humanitaria en especie y/o financiera a las familias inmediatamente afectadas, ya sea en forma de alimentos, de artículos de higiene, de efectivo o de cupones para atender las necesidades más urgentes, como el acceso a los servicios básicos de agua potable, higiene o alimentación. Para ello, la organización pondrá el foco en aquellas familias cuyos lugares de residencia hayan sufrido grandes daños; en aquellas que han sufrido una dramática caída de los ingresos de sus hogares como resultado de la explosión y de la crisis económica actual; así como en aquellas que sufren de escasez de alimentos o que no tienen acceso al agua potable.

Los niños no acompañados o separados de sus familias también recibirán un cuidado alternativo provisional en los programas de protección con los que ya cuenta la organización, que además abordará la falta de acceso a la educación formal a través de actividades educativas complementarias que favorezcan el correcto desarrollo de los niños y las niñas vulnerables.

Aldeas también proporcionará a los niños y a las familias acompañamiento psicológico inmediato para contrarrestar el impacto de su grave situación en su salud mental y emocional.

“Estamos muy preocupados por la pérdida de vidas y por las personas que han resultado heridas y han perdido sus hogares en esta tragedia; por eso desde Aldeas Infantiles SOS estamos coordinándonos con las autoridades y con el resto de organizaciones que operan en la zona para contribuir a paliar este sufrimiento de forma ágil y efectiva”, ha asegurado Zeina Roueiheb, directora nacional de Aldeas Infantiles SOS de Líbano.

Desde la organización confirman que la explosión ha afectado a parte de la construcción de sus oficinas en Beirut, que sufrieron daños parciales. “Afortunadamente, los niños, las niñas y todos nuestros colegas en el país están bien; no hay daños en nuestros programas ni en nuestras aldeas, ya que están ubicados fuera la capital”, ha informado Zeina Roueiheb.

300.000 personas sin hogar

La enorme explosión que sacudió la capital libanesa el pasado martes 4 de agosto devastó el puerto de la ciudad y causó estragos irreparables en la capital. Hasta ahora, el número de muertos asciende a 150 personas y los heridos a más de 5.000, con víctimas que siguen enterradas bajo los escombros. Las fuerzas de seguridad sellaron una amplia zona alrededor del lugar de la explosión y los equipos de rescate siguen buscando cadáveres y sobrevivientes bajo las ruinas.

Las investigaciones preliminares indican que la explosión fue causada por la detonación de más de 2.700 toneladas de nitrato de amonio. El gobernador de la ciudad dijo a los medios locales que la explosión ha “destruido más de la mitad de la capital libanesa”.

Según el Ministerio de Salud Pública libanés, el sistema sanitario carece de camas y del equipo necesario para tratar a los heridos y atender a los pacientes en estado crítico. El hospital Saint Georges, uno de los más grandes y destacados del país, resultó gravemente dañado por la explosión y varios miembros del personal murieron. Las operaciones en dicho hospital han quedado interrumpidas hasta nuevo aviso. Otros dos hospitales de la capital también sufrieron graves daños y no pueden recibir pacientes.

Mientras tanto, muchas áreas residenciales se han vuelto inhabitables debido a los vidrios rotos, la infraestructura devastada y los muebles destruidos, dejando a 300.000 personas sin hogar, según el gobernador de Beirut. Doce centros de atención primaria también han sufrido graves daños, mientras que otros están parcialmente destruidos y necesitarán apoyo para su reconstrucción. A nivel educativo, el panorama es igual de desalentador y los informes oficiales iniciales señalan que unas 34 escuelas han resultado dañadas por la explosión.

La detonación se produce en un momento muy crítico y difícil para el Líbano. Colapsados por el incremento de las infecciones por la covid-19, los hospitales deben ahora dar respuesta a los miles de heridos que lo necesitan. El país también atraviesa la peor crisis económica desde la guerra civil de 1975-1990, y la tensión y las protestas sociales contra el Gobierno van en aumento. Los ciudadanos exigen políticas que hagan frente a los cortes de energía diarios, la falta de agua potable y la atención médica pública limitada. Además, los precios de los alimentos están aumentando en un momento en el que las personas tienen menos poder adquisitivo.

Si bien los más afectados por el accidente han sido los colectivos más vulnerables de la sociedad, incluidos los aproximadamente 1,5 millones de refugiados sirios y los cientos de miles de refugiados palestinos, la crisis en la que está sumergido el país está afectando a cada vez más capas de la sociedad.

Aldeas Infantiles SOS trabaja en Líbano desde 1964. Allí ofrece un entorno familiar a aquellos niños y niñas que no pueden vivir con sus padres y fortalece a las familias vulnerables para que puedan cuidar adecuadamente de sus hijos. La organización cuenta en el país con cuatro Aldeas, dos residencias de jóvenes y dos programas de prevención.