Aldeas Infantiles SOS proporcionó ayuda humanitaria a 240.000 personas en 2020

Emergencias

19 de agosto: Día Mundial de la Asistencia Humanitaria

 

 

  • Los equipos de ayuda humanitaria de la organización atienden a niños y niñas en riesgo en 26 países afectados por conflictos, desastres naturales o migraciones.
  • Los objetivos principales de estos programas son la protección de la infancia, la reunificación de las familias y el apoyo psicológico y social.

Madrid, 18 de agosto de 2020. Con motivo del Día Mundial de la Asistencia Humanitaria, Aldeas Infantiles SOS hace balance de sus Programas de Respuesta de Emergencias y estima que, en 2020, sus equipos atendieron a 240.0000 personas en todo el mundo gracias a los 35 programas que la organización tenía activos. Sin embargo, Aldeas Infantiles SOS recuerda que, según datos de Naciones Unidas, 235 millones de personas necesitarán asistencia y protección humanitaria este año y que la irrupción de la covid-19 no ha hecho sino incrementar su sufrimiento y sus necesidades.

A lo largo de 2020, Aldeas Infantiles SOS apoyó a niños, niñas y familias en riesgo afectados por conflictos, desastres naturales o migraciones en 26 países. En total, la organización atendió a 180.800 personas en África, 10.400 en América, 4.400 en Asía y Oceanía, y 44.400 en Europa. Los objetivos principales de sus Programas de Respuesta de Emergencias son la protección de la infancia, la reunificación de las familias y el apoyo psicológico y social.

Tener presencia en 137 países permite a Aldeas Infantiles SOS actuar con agilidad ante cualquier catástrofe, desastre natural o conflicto armado para proteger a la infancia y velar por la unión de las familias. Además, la organización capacita a sus profesionales para que puedan anticiparse a una posible emergencia y ofrecer una respuesta adecuada de forma ágil y eficaz.

Se trata de prestar la asistencia humanitaria que se necesite en cada contexto para proteger a los niños y las niñas más vulnerables, especialmente a aquellos que se han visto separados de sus padres o que están riesgo de estarlo. En este sentido, los profesionales de Aldeas Infantiles SOS contribuyen a la reconstrucción de hogares y escuelas, suministran alimentos y artículos de primera necesidad y ofrecen refugios temporales a niños y familias.

Una labor humanitaria que viene a complementarse con una presencia más duradera y a largo plazo una vez superada la emergencia. “Los niños y las niñas son los miembros más vulnerables de la sociedad y necesitan protección especial y apoyo antes, durante y después de la emergencia. Por eso, desde Aldeas sabemos que la acción humanitaria después de un desastre no es suficiente y que hay que seguir acompañando a los niños y a las familias hasta que logran superar sus dificultades”, afirman desde Aldeas Infantiles SOS.

Esta presencia estable y a largo plazo ha dotado a la organización de un profundo conocimiento sobre las necesidades de los niños y sus familias, y de una red de colaboradores nacionales e internacionales que le permite responder de forma inmediata cuando se produce una catástrofe.

Líbano fue uno de esos países. En agosto de 2020 una explosión causada por la detonación de más de 2.700 toneladas de nitrato de amonio devastó el puerto de Beirut y causó estragos irreparables, dejando a centenares de personas sin hogar y a decenas de niños y niñas privados del cuidado de sus padres. Inmediatamente, Aldeas Infantiles SOS, que lleva más de 50 años trabajando con niños y familias en Líbano, puso en marcha un Programa de Respuesta de Emergencias para preservar la unidad familiar y ofrecer un cuidado alternativo provisional a los niños y las niñas separados de sus padres, además de proveer a las familias de alimentos, agua potable, artículos de higiene, ayudas económicas y vales para atender las necesidades más urgentes.

Cherine Zaydan, una trabajadora social que participó en el programa, cuenta que “realizar el trabajo no fue fácil; visitar hogares no siempre era seguro, especialmente porque una gran parte de los edificios de la zona eran antiguos, sufrían daños estructurales y aún no se habían reparado; además, no contábamos con una base de datos oficial de víctimas ni con números de contacto, por lo que llegar a las familias más afectadas y decidir a cuáles ayudar de forma prioritaria era muy complicado; los confinamientos debido a los brotes de covid-19 hicieron aún más difícil visitar a las familias en su domicilio e incluso hacer seguimiento online debido a los persistentes problemas de conectividad a internet”.

Sin embargo, a pesar de todos estos desafíos, Cherine Zaydan señala que, gracias a la dedicación y al esfuerzo de los profesionales, el programa siguió adelante y las familias recibieron el apoyo que necesitaban de manera sistemática y puntual.

#HéroesSinCapa

En el Día Mundial de la Asistencia Humanitaria, Aldeas Infantiles SOS se suma a la campaña de Naciones Unidas #RealLifeHeroes (#HéroesSinCapa) para rendir homenaje a los profesionales que, a pesar del riesgo y la dificultad, realizan una extraordinaria labor humanitaria en escenarios de conflicto y de crisis, y más ahora, en plena pandemia. La covid-19 no solo ha exacerbado los efectos de las crisis humanitarias ya existentes, haciendo aún más complicada y peligrosa la tarea de los trabajadores en terreno, sino que ha generado otros nuevos que resultan especialmente demoledores para los niños, niñas y jóvenes que han perdido el cuidado parental o están en riesgo de perderlo.

La ONU calcula que este año 235 millones de personas necesitarán asistencia y protección humanitaria. Esto significa que una de cada 33 personas en todo el mundo necesitará ayuda de emergencia, una cifra que supone un incremento significativo con respecto a la que se registró en 2020, que era de uno de cada 45 y que ya suponía la cifra más elevada en décadas.

Los 26 países en los que Aldeas Infantiles SOS tuvo activos sus Programas de Respuesta de Emergencias en 2020 fueron: Armenia, Azerbaiyán, Bangladesh, Brasil, Burkina Faso, Chad, Colombia, Ecuador, Etiopía, Grecia, Haití, Irak, Italia, Jordania, Kosovo, Líbano, Malawi, Mozambique, Nigeria, Palestina, República Centroafricana, Serbia, Somalia, Somalilandia, Ucrania y Zimbabue.