Jóvenes de Aldeas Infantiles SOS comparten sus propuestas con miembros del Gobierno para mejorar la salida del sistema de protección

España

  • Varios jóvenes que pasaron parte de su infancia privados del cuidado parental proponen ampliar la edad legal a la que deben abandonar el acogimiento y extender el periodo de apoyo disponible tras la emancipación.
  • En 2019, 6.222 jóvenes tutelados cumplieron 18 años y tuvieron que hacer frente a una emancipación temprana.

Madrid, 24 de febrero de 2021. Seis jóvenes que pasaron una parte de su infancia tutelados por el Estado y bajo la guarda y custodia de Aldeas Infantiles SOS, y que a día de hoy forman parte del Programa de Jóvenes de la organización, se han reunido con el director general de Derechos de la Infancia y la Adolescencia, Gabriel González Bueno, y con la directora general del Instituto de la Juventud, (INJUVE), María Teresa Pérez, para trasladarles sus propuestas con el fin de mejorar la salida del sistema de protección de todos los jóvenes.

En dos coloquios organizados con el objetivo de compartir las buenas prácticas extraídas del proyecto de Aldeas Infantiles SOS Preparados para emanciparse y del propio Programa de Jóvenes, y explorar vías para mejorar la salida de los jóvenes tutelados del acogimiento, Adrián, Ayoub, Alexandra, Juan, Mireya y Estefanía han aportado su experiencia personal para mejorar la de todos aquellos que vengan detrás.

En nuestro país hay 50.272 niños, niñas y adolescentes que crecen en el sistema de protección, una cifra que crece año tras año. La mayoría de edad supone para ellos el cese de la medida protectora y les obliga a enfrentarse a un proceso de transición a la vida adulta muy diferente al del resto de sus iguales, situándolos en una clara desventaja y distanciándolos del sistema educativo y del mercado laboral, lo que les convierte en un colectivo altamente vulnerable.

Para tratar de facilitar este proceso y adaptarlo a las necesidades reales de estos jóvenes, Aldeas Infantiles SOS lleva cuatro años desarrollando el proyecto Preparados para emanciparse, que cuenta con la cofinanciación de la Unión Europea y del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, y tiene la finalidad de brindar a los jóvenes una transición gradual a la edad adulta en la que los profesionales que los acompañan tengan la mejor capacitación posible.

Durante los últimos dos días, seis jóvenes integrantes del Programa de Jóvenes de Aldeas, que además participan en el proyecto Preparados para emanciparse, han dialogado con el director general de Derechos de la Infancia y la Adolescencia, Gabriel González Bueno, y con la directora general del Instituto de la Juventud, (INJUVE), María Teresa Pérez. Estos chicos y chicas tienen mucho que aportar para mejorar el proceso de salida del sistema de protección puesto que lo han vivido en primera persona.

Adrián, Ayoub, Alexandra, Juan, Mireya y Estefanía han expuesto a ambos representantes sus propuestas sobre cómo debería de ser dicho proceso. Ellos son la voz de muchos compañeros, ya que sus conclusiones son el fruto de las deliberaciones de jóvenes y formadores participantes en el proyecto, de otras entidades y de los Consejos de Jóvenes de Aldeas Infantiles SOS (órganos de participación de la organización). Sus recomendaciones giran en torno a la formación, la atención a la individualidad, el apoyo institucional y la participación y, entre ellas, se encuentran las siguientes:

1.- El desarrollo de actividades de formación de carácter participativo a profesionales que trabajan en programas de apoyo a la emancipación y la supervisión de dichos programas (intervención, evaluación y rendición de cuentas).

2.- Flexibilizar la edad de salida del sistema de protección y elaborar planes de intervención individualizados que incluyan un profesional de referencia para cada joven en cuidado alternativo, como mínimo entre los 16 y los 24 años de edad, a fin de prestarle apoyo durante todo el proceso de tránsito a la vida adulta y un plan de seguimiento.

3.- Un aumento del apoyo institucional a los jóvenes en todas las comunidades autónomas, al menos hasta los 21 años. Esto implicaría, a su vez, una mayor inversión y un incremento de su eficiencia, cobertura legal y un fondo especial para emergencias.

4.- Brindar espacios donde se pueda materializar una participación real y efectiva de los jóvenes e impulsar procesos conjuntos de participación a nivel autonómico y estatal que incluyan a jóvenes, organizaciones y administraciones.

Innovación, formación y participación

El objetivo último de Preparados para emanciparse es garantizar a los niños, niñas y jóvenes un sistema de protección infantil en el que los educadores que los acompañan tengan la mejor preparación posible y cuenten con las herramientas necesarias para garantizarles un exitoso proceso de emancipación e integración en la sociedad. Se apoya, para ello, en dos ejes fundamentales: la participación de los jóvenes y la formación de los profesionales.

Aldeas Infantiles SOS basa este proyecto en su experiencia: comienza a preparar a los jóvenes de sus programas para su transición a la vida adulta mucho antes de que cumplan los 18 años, capacitándoles para que sean autónomos, se emancipen y alcancen su plena integración social y laboral, y acompañándolos también después de alcanzar la mayoría de edad a través del Programa de Jóvenes. Gracias a este apoyo, los chicos y chicas de los programas de Aldeas se independizan de media a los 27 años y lo hacen con mayores tasas de éxito de reintegración social que quienes se ven abocados a abandonar el sistema sin contar con los apoyos necesarios.

El proyecto Preparados para emanciparse recibió en 2019 el Premio a la Innovación de la Red Europea de Servicios Sociales, un galardón con el que se reconoce la excelencia en la prestación de servicios sociales en toda Europa y se destacan las buenas prácticas y los enfoques más exitosos. Además, Alexandra, una de las jóvenes participantes, recibió el Premio Nacional 2020 de la Juventud,  en la categoría de Compromiso Social.

Aldeas recuerda que el proceso de dejar atrás el acogimiento es muy importante tanto para los jóvenes como para los responsables de su cuidado, y debe reflejar la eficacia de la inversión del Estado y la capacidad de los profesionales. En 2019, último año del que existen datos oficiales, 6.222 jóvenes tutelados cumplieron 18 años y tuvieron que hacer frente a una emancipación temprana.