Mi hijo no tiene amigos: cómo puedo ayudarlo a crear lazos de amistad
Diferentes intereses, falta de habilidades sociales o cambios en el entorno pueden ser motivos para que niños y niñas tengan dificultades para hacer amigos.

El matemático argentino Pablo Groisman describe que el número de amigos crece hasta los 30 años y después empieza a decrecer. Relacionarse con otras personas es esencial para el ser humano. Incluso muchas de esas amistades más fuertes en la vida adulta pueden forjarse durante la infancia. Sin embargo, muchos niños tienen dificultades para establecer esos vínculos, generando cierta preocupación entre las familias.
Dificultades para hacer amigos
En primer lugar, no todos los niños y niñas tienen la misma habilidad para hacer amigos; algunos son más extrovertidos y otros necesitan más tiempo para generar confianza entre iguales. Algunas razones comunes que pueden dificultar la creación de amistades son las siguientes:
- Timidez o ansiedad social.
La timidez no es un defecto, pero puede limitar las oportunidades para iniciar conversaciones, integrarse o defender, por ejemplo, su lugar en el juego. En casos específicos puede haber detrás una ansiedad social, donde el miedo a ser juzgado o rechazado paraliza a los niños frente a nuevas interacciones.
- Falta de habilidades sociales.
Hacer amigos implica una serie de habilidades que la infancia aprende con el tiempo, como saber escuchar, turnarse, interpretar gestos y emociones, expresar sus ideas con claridad o pedir perdón. Cuando estas habilidades no están bien desarrolladas, pueden surgir malentendidos o dificultades para mantener vínculos estables. Asimismo, psicólogos ya explican que el uso excesivo de pantallas impide aprender habilidades sociales imprescindibles para su desarrollo como personas, lo que puede provocar, con el paso de los años, la aparición de inseguridades tanto en la adolescencia como en la edad adulta.
- Cambios recientes en su entorno.
Mudarse de casa, cambiar de colegio, una separación familiar o la llegada de un nuevo hermano pueden impactar emocionalmente en ellas y ellos. Estos cambios pueden hacer que se sienta inseguro, aislado o falto de confianza para iniciar nuevas relaciones.
- Diferencias en intereses o estilo de juego
Algunas niñas y niños pueden no relacionarse lo suficiente porque no comparten los mismos intereses con sus iguales. Quizás en un momento como la adolescencia esto puede realzarse, aunque otras veces se trata más de una percepción -creen que son raros o raras-.
¿Qué pueden hacer las familias?
La profesora de la Escuela de Educación y Artes de la Universidad Católica Australiana Natasha Wardman explica en The Conversation que dada la complejidad que caracteriza la formación de amistades, “no sorprende que muchos padres se muestren preocupados por conocer la forma en que sus hijos pueden tejer redes ya desde el colegio, especialmente después de que un estudio haya descubierto que existe un vínculo entre la calidad de las amistades y los resultados académicos”. Además, los niños y niñas que no sufren exclusión por parte de sus pares experimentan menos estrés.
¿Qué pueden hacer entonces las familias?
- Escucha activa y sin juicios. Antes de ofrecer soluciones, escucha cómo se sienten. Pregúntales: ¿estás triste por no tener amigos? ¿Te sientes excluido o simplemente disfrutas jugando solo?
- Evita frases como “tienes que hacer amigos” o “no seas tan tímido”, que pueden aumentar su ansiedad. En su lugar, puedes decir: “He notado que últimamente juegas solo, ¿te gustaría que habláramos de eso?”.
- Busca espacios donde puedan relacionarse de forma segura. Por ejemplo, actividades extracurriculares o talleres en los que interactúen con otros niños en un entorno amable como clases de pintura, deportes, música, robótica o grupos de lectura.
- Además, puedes organizar encuentros en casa o en parques con niños y niñas de su edad, del colegio o vecindario. A veces, en grupos pequeños, se sienten más seguros y relajados para abrirse.
Reafirmar la autoestima
En el entorno escolar y familiar, promover valores como el respecto, la inclusión y la empatía ayuda a la generación de vínculos entre iguales. E, importante, si notas actitudes de burla o rechazo por parte de otros niños y niñas, conversa con los docentes para buscar soluciones conjuntas.
Además, reafirmar su autoestima también les otorga mayor seguridad para establecer nuevos amigos. Ayuda su autoestima a través:
- Del reconocimiento de sus cualidades, ideas y sentimientos.
- De evitar comparaciones, pues cada niño se desarrolla de una manera diferente.
- De animarle a tomar pequeñas decisiones, como elegir su ropa, organizar su mochila o planear una actividad. Esto les da confianza.
Si a pesar de tu acompañamiento esta falta de habilidades persiste y termina afectando a su estado de ánimo o rendimiento escolar, puede ser útil acudir a un psicólogo infantil. Este profesional puede ayudar a desarrollar estas herramientas y también orientar a la familia.