Visión de Aldeas Infantiles SOS
Testimonios

La voz de los más jóvenes

Me llamo Juan, tengo 20 años y pertenezco al programa de jóvenes de Aldeas Infantiles SOS

Yo tuve la suerte de vivir la experiencia como niño tutelado en uno de los hogares de Aldeas Infantiles. Y digo la suerte porque Aldeas cuenta con un programa específico para los jóvenes al cumplir la mayoría de edad y, gracias a él, he podido seguir estudiando (estoy en el último año de la carrera de turismo) y he podido despreocuparme de otros asuntos que me hubiesen obligado, a ganarme la vida rápidamente. Desde Aldeas se me ha ayudado a buscar una vivienda acorde a mis necesidades, a poder hacer frente a mis gastos de alimentación y de manutención; me han ofrecido orientación de todo tipo, me han escuchado cuando lo he necesitado y, por supuesto, he contado siempre con el apoyo de una persona de referencia que está ahí cuando lo necesito.

Lamentablemente esta no es la realidad de los jóvenes que abandonan el sistema de protección en nuestro país. Ojalá lo fuera. Y por eso decidí unirme a este proyecto, Preparados para emanciparse, para sentirme partícipe del cambio, para alzar la voz y tratar de mejorar el proceso de emancipación, para defender nuestros derechos. Porque todos los jóvenes, procedamos de dónde procedamos, deberíamos tener las mismas oportunidades y afrontar el futuro con igualdad.

La seña de identidad de este proyecto radica precisamente en el papel que los jóvenes desempeñamos en todas sus actividades, especialmente en la formación y capacitación de los profesionales. Durante los tres años de vida del proyecto, se han formado grupos de jóvenes expertos de entre 16 y 27 años en las siguientes Comunidades Autónomas: el primer año en Canarias y Cataluña, el segundo en Galicia y Castilla-La Mancha y, el tercero, en Andalucía y Madrid.

Es importante destacar que todos los jóvenes que participamos en el proyecto no estamos representando a los jóvenes de Aldeas Infantiles, sino a todos los jóvenes que han vivido bajo el paraguas del sistema de protección y han comenzado ese proceso de emancipación y tránsito a la vida adulta.

Durante estos tres años, hemos aportado comentarios y sugerencias en las investigaciones iniciales realizadas; en la elaboración de los materiales de formación para los profesionales; en la preparación e impartición de las mismas formaciones; en la realización de entrevistas a otros jóvenes emancipados; en las presentaciones del proyecto a otras entidades, en acciones de incidencia y sensibilización, así como en la elaboración de recomendaciones para una salida del sistema de protección que garantice la igualdad y la correcta integración en la sociedad de los jóvenes.

Creo que el éxito del proyecto radica en considerarnos como expertos de nuestro propio proceso de emancipación, permitiendo que nuestra visión esté presente en cada una de sus fases.

Desde el inicio los jóvenes somos invitados a participar en las reuniones de coordinación, en las que se discuten los objetivos y el alcance del proyecto; se concretan roles y responsabilidades; se definen procesos internos de trabajo y se acuerdan fechas y momentos importantes. Y esta participación plena nos da la oportunidad de sentir el proyecto como propio, colaborando desde su definición, hasta la puesta en práctica de los resultados. Y con la confianza, además, de saber que siempre hay un equipo de profesionales detrás que nos escucha, nos respeta y nos apoya en cada momento.

Sé que como joven que ha crecido en acogimiento, soy muy afortunado. Estoy estudiando una carrera, tengo el apoyo de profesionales que me acompañan día a día y que me orientan en lo que necesito, me siento respaldado para cualquier trámite que deba hacer, cuento con el apoyo económico que necesito… Lamentablemente mi caso es una excepción. En España miles de jóvenes salen cada año del sistema de protección y no cuentan con una sola oportunidad, por eso quisiera aprovechar este foro para abordar su realidad y reclamar sencillamente que los jóvenes que hemos crecido en el sistema de protección tengamos los mismos derechos, ni más ni menos, que el resto de los jóvenes de nuestro país.

Juan Sánchez
Joven que pertenece al programa de Jóvenes de Aldeas Infantiles SOS

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